El reconocido y carismático chef Nino Redruello visitó el 6 de Junio la Escuela de Hostelería para ofrecer una ponencia que dejó huella entre los alumnos y profesores. Con un estilo cercano y sincero, el cocinero compartió su trayectoria profesional, marcada por la pasión por la cocina, el esfuerzo constante y la búsqueda de la excelencia sin olvidar nombrar a su familia, su legado, su inspiración y su motivo para seguir creciendo en los fogones.
Durante la charla, Nino relató sus primeros pasos en la gastronomía, las dificultades y aprendizajes que han forjado su carácter, así como las experiencias que lo han llevado a convertirse en un referente. Subrayó la importancia de la disciplina, la creatividad y el respeto por el producto, valores que considera esenciales para cualquier cocinero que aspire a crecer en la profesión.
Uno de los momentos más inspiradores fue cuando animó a los estudiantes a no tener miedo al fracaso y a entenderlo como parte natural del camino:
“La cocina es un lugar de retos constantes. Lo importante no es no equivocarse, sino levantarse con más fuerza y aprender de cada error”.
La ponencia se convirtió en un diálogo abierto, donde los alumnos tuvieron la oportunidad de preguntar y conocer de primera mano los consejos de un profesional en activo. Además, Nino destacó la importancia de la formación continua y la curiosidad, recordando que “un chef nunca deja de ser estudiante”.
El encuentro terminó con un fuerte aplauso y un ambiente cargado de motivación sin olvidar su anécdota en el Club financiero al atardecer que tendréis que descubrir cuando vayáis allí. Los futuros hosteleros salieron con una idea clara: la cocina no es solo técnica, sino también actitud, esfuerzo y pasión.
Con intervenciones como la de Nino Redruello, la Escuela de Hostelería refuerza su compromiso de acercar a los estudiantes a figuras relevantes del sector, ofreciendo inspiración y referentes reales que los acompañen en el inicio de su carrera